Tratar de buscar la perfección, ya sea para la vida cotidiana como para la decoración del hogar, es una tarea imposible. Al igual que las personas, los objetos inanimados están en constante cambio y deterioro conforme va pasando el tiempo, por ello, hay que tener una reacción positiva ante estos problemas para poder llevar una vida tranquila. En esto se basa la filosofía wabi-sabi.
Este concepto es un término japonés que describe la belleza de la imperfección y se encuentra presente en la sociedad japonesa a través de objetos del día a día además de la arquitectura y del arte.
Dentro del concepto artístico del wabi-sabi, existe el arte del kintsugi o kintsukuroi. Se trata de una técnica basada en rellenar las grietas de la cerámica con laca dorada para resaltarlas, mostrando así la belleza del paso del tiempo a través de los daños que tiene en vez de ocultarlos. Esas grietas no solo forman parte del estilo de la pieza, sino que, además, aumenta su belleza.
Para muchos autores, esta filosofía hace referencia a la belleza imperfecta e incompleta caracterizada por la asimetría, la sencillez y la modestia. Para Andrew Juniper, si un objeto o expresión puede provocarnos una sensación de serena melancolía y anhelo espiritual, entonces eso es wabi-sabi. Por último, para Richard Powell, el wabi-sabi cultiva todo lo que es auténtico reconociendo tres sencillas realidades: nada dura, nada está completo y nada es perfecto.
El wabi-sabi aplicado a la decoración se resume en mezclar el minimalismo con los objetos provenientes de la naturaleza.
La filosofía del wabi-sabi no solo se aplica a los objetos, sino que también a las emociones y a la vida en general. En general, la búsqueda incesante de la continua productividad y de la perfección, ya sea en nuestras relaciones, logros y posesiones, nos conduce a estar estresados, sufrir ansiedad, episodios de depresión y tomar decisiones apresuradas. El wabi-sabi nos invita a darnos una pausa.
Desde Hevea-Deltell Carpinteros, queremos ayudarte a llevar una forma de vida basada en la gratitud y el placer disfrutando de las cosas que te gustan hacer, por eso te damos una serie de consejos para que tu tren de vida sea más tranquilo y armonioso:
Ten la mente tranquila y acepta las cosas como son, sin decorarlas ni pretender cambiarlas.
Reduce tu velocidad y aprecia lo que tienes, no intentes que todo sea perfecto.
Compréndete y acéptate a ti mismo con tus imperfecciones.
Trata de ser compasivo contigo mismo y construye sobre lo que eres, sin reconstruirte para ser alguien diferente.
Disfruta de lo que haces y encuentra placer y gratitud en ello.
Enfréntate al materialismo.