A la hora de pensar en las ventajas que tiene una cocina abierta, es lógico pensar que tenemos una cocina espaciosa y amplia donde se puede aprovechar el espacio. Ya sea teniendo una sala solo para la cocina o por escasez de espacio en la vivienda, en la que la cocina va integrada al salón, lo que buscamos es un espacio amplio e iluminado lo más agradable posible.
Una cocina abierta siempre es una buena elección ya que te permite no estar separado de las personas cuando cocinas, del mismo modo que una cocina integrada en el salón te permite disfrutar de otras opciones mientras cocinas.
Por otra parte, las cocinas abiertas tienen sus inconvenientes. El primero que se nos viene a la cabeza es el olor. Si no tienes una buena campana extractora o no estás dispuesto a invertir en una, mejor no optes por una cocina abierta.
El segundo inconveniente es que tienes que ser cuidadoso con la limpieza y también con el orden, puesto que tu cocina estará a la vista constantemente. Si esto supone un gran problema, te recomendamos en abrir la cocina, pero solo de manera visual.
En este caso, lo ideal es separarla del resto de la estancia con un cerramiento de cristal, así aprovechas la luz natural sin tener problemas de olores.
Como hemos dicho antes, en un piso pequeño a veces una cocina abierta no es una elección. Si es tu caso, sigue estos consejos para que tu cocina se adapte perfectamente con el resto de la casa.
Coloca armarios hasta el techo y aprovecha la verticalidad para ganar espacio.
Utilizar tonos claros para los muebles y la pintura para no recargar el ambiente.
Utiliza electrodomésticos integrados para que todo sea más uniforme.
Juega con las baldosas en el suelo y en las paredes para delimitar el espacio entre cocina y salón.
Cuida mucho los detalles. La cocina va a formar parte del salón y tiene que estar decorada de manera cuidadosa.
Mantén la cocina siempre limpia y ordenada porque estará todo a la vista.
Invierte en una buena campana extractora.
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